Química y automoción.
La media de las personas piensa que la reparación mecánica consiste en desmontar con llaves, recambiar o reparar, pero hay muchas disfunciones que ocurren en el interior de los motores que se pueden solucionar químicamente.
Y es de lógica, ya que los combustibles y los aceites lubricantes que llegan o están en el interior del motor, debido a la temperatura, sufren modificaciones químicas, siendo la más nefasta la polimerización.
Las típicas pérdidas de aceite lubricante, el consumo excesivo o los humos blancos y negros que vemos cuando vamos detrás de algún coche en la autovía son los síntomas de estas disfunciones.
Debido a que estos procesos químicos se producen en el interior del motor, la reparación mecánica es muy cara y el recambio también. Por ello, para eliminar estas disfunciones que son de origen químico, el equipo de Laboratorios Invydes diseñó y ensayó métodos químicos durante años hasta poner a punto una gama de lubricantes y combustibles especiales que resuelven el problema de una manera sencilla y barata.
Según la Asociación Española de Entidades Colaboradoras de la Administración en la Inspección Técnica de Vehículos unos 200.000 vehículos fueron rechazados definitivamente en 2009, suponemos que un alto porcentaje de ellos por ser antieconómica su reparación por tener emisiones por encima de los niveles permitidos:
Esto supone un mercado de unos €3.000 millones que, aunque sea en una pequeña parte, el ciudadano se puede ahorrar gracias a la tecnología puesta a punto por Laboratorios Invydes.
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