viernes, 18 de febrero de 2011

¡Corro más con menos gas!

Una de las incógnitas que les quedan a los usuarios de nuestros productos es que ¿cómo puede ser que, con menos gas, el coche corra más?
Uno de nuestros clientes se dio cuenta de esto y vino a nosotros muy desconsolado, porque, en el grupo de amigos donde había comentado el comportamiento de su motor después del tratamiento, lo habían tratado de majareta y nos comentaba, dudando de su salud psíquica:
        
             - “Yo le doy menos gas y corro más” y, asertivamente insistía: “Y no estoy loco”.

-         “No hombre, que no estás loco, que ése es el comportamiento normal que se espera, porque el motor recupera la compresión y la eficiencia”.

-         -¡”Ya decía yo”!

-         “Y también notarás que consume menos, que el motor va menos revolucionado, más redondo y, en el trayecto en donde utilizabas una marcha corta, ahora utilizarás una más larga!

-     ...

Traemos esta anécdota aquí para ilustrar un concepto fundamental en motores de combustión interna  que es la “Eficiencia”. La avería es un estado caótico, pero entre el perfecto funcionamiento de un motor y la avería existen grados de eficiencia, porque ésta se va perdiendo progresivamente con el uso hasta alcanzar el estado caótico.

En la medida que la eficiencia se va perdiendo, el consumo de combustible y/o lubricante aumenta con efectos sobre la economía del usuario y sobre el medio ambiente.
Como es un proceso lento y paulatino, el conductor habitual no lo percibe hasta que llega al sensor de la ITV o percibe que el motor pierde aceite o que ensucia el filtro del aire o que humea a la salida de un semáforo o en una cuesta hacia arriba.
En ese momento empieza a temblar pensando en su cartera, porque las reparaciones son caras y, si le han retirado la documentación en la ITV, la premura es otro factor que puede subir la cuenta.

El equipo de Laboratorios Invydes observó el fenómeno y, durante años, diseñó y ensayó un procedimiento fácil y barato para solucionar estas disfunciones sin necesidad de inmovilizar el automóvil, ya que el mecánico químico se introduce en el corazón del motor y lo arregla casi imperceptiblemente y el resultado es que “Con menos gas, corro más”.

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